lunes, 11 de junio de 2012

Beppo y Emilio o el secreto de la felicidad

Rescate o póliza de crédito, hoy es debate. No se ponen de acuerdo para explicarlo y no nos ponemos de acuerdo para entenderlo. Una cosa si tenemos clara, hay que devolverlo, y seguro que de alguna manera, algo nos tocará. Yo me fío que es la mejor opción, de entre todas las malas que podían suceder. Y espero que la banca, con los euros recibidos, ayude a levantar este país que necesita crédito y no lo emplee en millonarias pensiones e indemnizaciones a sus directivos, como hace tres días hicieron.

Pero hoy de lo que realmente quiero hablar es de Emilio, el barrendero que canta Bob Esponja a los niños. A nadie ha dejado frío el video que ha dado la vuelta a España y que, por una vez, ha hecho que la noticia haya sido la misma en todos los medios y sin adulterar por ideologías. A todos creo que nos ha dado un pellizquito el corazón el verlo. Y es que, estamos necesitados de buenas noticias, de noticias cotidianas, de andar por casa. Y vienen de la mano de quien engrandece lo que tiene en sus manos y lo utiliza para cambiar el mundo que le rodea.







Emilio no es el primer barrendero que nos da lecciones, ¿recordáis a Momo de Michael Ende? Ende nos descubría de la mano de Beppo, el Barrendero, el secreto de la felicidad haciendo bien las tareas de cada día, de dar importancia a lo que de verdad la tiene y valorar el presente sobre el futuro que desconocemos, de esforzarnos por hacer bien lo que tenemos entre manos, y así, poco a poco, casi sin darnos cuenta, ir construyendo un mundo mejor.


(...) ¿Ves, Momo? A veces tienes ante ti una calle que te parece terriblemente larga que nunca podrás terminar de barrer. Entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle sigue igual de larga y te esfuerzas más aún, empiezas a tener miedo, al final te has quedado sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer. Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Entonces es divertido: eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. De repente, se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta de cómo ha sido, y no se queda sin aliento (...)

Momo, Michael Ende


Hoy nuestro barrendero 2.0, Emilio, nos vuelve a desubrir el secreto de dignificar el día a día, de dar valor al trabajo cotidiano y de ser conscientes de que en nuestras manos está el poder hacer felices a los que tenemos al lado.



 Video YouTube "Emilio cantando Bob Esponja a los niños"



Para mí una gran lección aprendida.

¡Feliz inicio de semana!


6 comentarios:

  1. Todos deberíamos tener un poco o un mucho de Emilio el Barrendero, la vida iría mejor :-)

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  2. Que gran libro ¿verdad? lleno de lecciones. muy buen post.

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  3. Me encanta Inés, cuando vi el vídeo de este tio los primeros días de difusión, dije.... de estos hacen falta muchos! ^_^

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    1. ¿Verdad? yo también lo pensé en cuanto lo ví. Yo creo que me lo voy a poner de vez en cuando para no olvidar la lección.
      Un saludo y feliz día

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