martes, 25 de septiembre de 2012

Otoño



"Paisaje de Otoño, con viña, casa y rastrojo" (Antonio López Torres)

Me gusta con pasión el otoño. Será que soy un poco nostálgica y melancólica. Será que nací nevando y el otoño me pone en pista del invierno. Será que las hojas se tienen que caer para que brote nueva y regenerada la vida en primavera. Sea como fuere, llegando el otoño, me aviva el alma.

Comienza recogiendo los frutos de la vid, de nuestras viñas, de todo un año cuidando con mimo cada cepa. De sol a sol que nos gusta decir. 

Un año de labor sin más tregua que mirar al cielo con la encomienda a los santos, y al mismísimo Santísimo, desde el regazo de la Señora de la Viñas, para que mande agua, que no pedrisco, para que no hiele fuera de su tiempo y haga el calor en lo suyo. Un año de amaneceres y atardeceres doblando espalda a ras de pámpana y alzando los ojos como cerciorándose que sigue siendo bendito el sol en esta tierra.

Y se irá el otoño anunciando poda, poda más que de rutina, necesaria, poda que determinará la forma y el crecimiento de la madre de la uva.... poda que modelará y dará forma a tu ser y a mi persona.

Otoño dadivoso que empieza dando vida a espuertas y acaba entregándola, brazos en cruz, anhelando  corte por donde estime el Viñador pertinente.

Tiempo de reorganizar labores y de soñar proyectos. Tiempo de largos paseos al sol de sobremesa. Tiempo de lectura pausada y sosegada;  de manta sobre el regazo y de canción de Perales –José Luis Perales, si se me permite-.

Viene el otoño refrescando un día, picando el membrillo otro, y otro... otro lloviendo… ¡ojalá lloviera!... Lloviera despacio, suave, como temiendo besar el suelo pero empapando la tierra.



viernes, 21 de septiembre de 2012

“No sé quiénes sois, pero sé que os quiero”



Dice un buen amigo que “la gratitud es la memoria del corazón”. Hoy es el día mundial del Alzheimer, hasta hace unas dos décadas enfermedad poco conocida pero ahora, cada vez más de actualidad, con todas sus luces y sus sombras.



Luces porque ya nadie o casi nadie ignora su existencia y la solidaridad, las muestras de cariño y la respuesta de la sociedad es generosa. Luces por la cantidad de profesionales que están dedicando su vida a la investigación y estudio de las causas que llevan a esta enfermedad y en la búsqueda del tan ansiado fármaco que, sino cure, al menos frene los síntomas de la enfermedad.

Y Sombras porque los casos aumentan y en gran proporción. Sombras sobre el panorama económico de centros de día, residencias,  proyectos de investigación... la financiación se hace rogar y gotea cada vez con menos fuerza.

Sombras cuando la enfermedad toca el rostro conocido, cercano, del familiar, del amigo.  Cuando la enfermedad -cualquier enfermedad, cualquier situación adversa también-, tiene un rostro cercano se estremecen la entrañas y se encoje el corazón. Es la compasión -de la que a veces expoliamos su sentido quedándonos en una pena tristona y lastimosa- un sentimiento de comprensión profunda del sufrimiento del otro, combinado con el deseo de aliviar ese pesar. Com-pasión, hacerse uno con la Pasión del otro, vivir en lo más profundo de tu ser el dolor ajeno, como propio.

En el Alzhéimer, si hay alguien que siente propio el dolor del otro hasta el extremo de anular su vida a favor de la dignidad del enfermo, ese es su cuidador.

Suele ser un familiar directo y consagra su tiempo, su vida, al enfermo. Enfermo al que no puede abandonar prácticamente en ningún momento. El aislamiento del cuidador es casi inevitable, el enfermo requiere todas las horas del día, y si no se es consciente, ni se pide ayuda, puede mermar y hacer mella en el ánimo del cuidador.

Se hace prioritario cuidar al cuidador, procurarle un descanso del enfermo para que pueda pasear, relacionarse, hacer algo que le produzca bienestar y alivio para luego regresar con alegría a seguir dando su vida por el enfermo. Hemos de ser hábiles y generosos si tenemos un cuidador cerca y buscar el modo y la forma de relevarle del cuidado del enfermo en algunos momentos.

Los centros de día cumplen la triple misión de dar al enfermo la terapia y el estímulo adecuado a cada fase en que se encuentre, propiciar un descanso al cuidador y también crear un espacio donde el cuidador y la familia compartan con otros familiares y con el personal cualificado sus experiencias, sus dudas, los problemas que van surgiendo, en definitiva el día a día.

Decía luces y sombras del alzhéimer, sombras cuando dices adiós en vida a un ser querido que pasa a ser otra persona que necesita de ti en cada momento, pero luces porque detrás de cada enfermo de Alzhéimer, de su cuidador, de su familia, hay una historia de amor.



Leía una entrevista al periodista  Pedro Simón que me ha emocionado y de la que os dejo el enlace para que la leáis y sepáis del libro que ha publicado sobre el Alzheimer. En esa entrevista cuenta una pequeña anécdota que le contó José Luis Garcí sobre Antonio Mercero, diagnosticado de Alzheimer en 2009, y con la quiero finalizar:

“La anécdota es real. Me la contó el gran José Luis Garcí, que era uno de los amigos que estuvieron yendo a verle durante un tiempo. Iban con él, se lo bajaban al bar y hablaban de cine, fútbol, gastronomía, literatura... Para entretenerlo un rato. Un día, el bueno de Mercero se les quedó mirando y les dijo: "No sé quiénes sois, pero sé que os quiero".
Pedro Simón


jueves, 13 de septiembre de 2012

Hasta el infinito... ¡y más allá!

No es la primera vez que escribo de ti, Carlos, y es que no ceso de aprender contigo. uno de mis primeros post te lo dediqué, "tu, si puedes": una de tus frases más pronunciadas y para mí, cargada de motivación. Ser mi único sobrino hasta la fecha tenía que tener sus privilegios, y hoy que es un día especial para nosotros porque cumples cuatro añitos, vuelvo a dedicarte el post.

Suele dejarme perpleja tu facilidad construyendo frases acertadas con nuevas y difíciles palabras; muchas de ellas, incluso con un trasfondo con el que luego paso largo tiempo reflexionando y aplicándolo a mi vida. Esta vez, sin embargo, la frase no era tuya, te la prestó un dibujo animado, pero de ti salió novedosa y a mí me dio como siempre, mucho que pensar:

"Hasta el infinito... ¡y más allá!"

¿Recuerdas? Esto fue lo que me dijiste hace unos días cuando fui a buscarte a casa. Llevabas una gorra roja nueva, una mochila llena de dinosaurios, en una mano Woody y en la otra Buzz.  Yo iba a recogerte y tú no necesitabas saber mucho más, diste un beso al aire a tu mamá y a tu papá y saliste corriendo por la puerta de vuestra casa gritando "hasta el infinito y más allá"....

No necesitabas saber mucho más, digo, ibas a pasar un rato conmigo y todo era posible en nuestro pequeño mundo.

Confieso que me sentí tan emocionada que por un momento me vi volando en una nave espacial contigo de copiloto, surcando "el espacio sideral", dando fin a monstruos voladores y regresando a la tierra a matar algún que otro lobo "de dientes afilados", o cazando estrellas para luego ponerlas en el "cielo" de tu habitación y así pudieran iluminar tus mejores sueños.

Hasta el infinito.... ¡y más allá!

Aún eres un niño y poco sabes de finitudes, y cuando preguntes que es el infinito percibo que tus papás, los abuelos y las tías, no sabremos muy bien como explicártelo, y volverás a preguntar y a preguntar hasta... ¡hasta el infinito!

El infinito, Carlos, es lo que sucede cuando una deja de mirarse los pies.

El infinito es lo que pasa cuando se percibe que hay más, aparte de los límites que me autoimpongo -algún día estudiarás los límites en matemáticas y te enseñarán  que algunos tienden al infinito, y a lo mejor entonces empiezas a entender lo del infinito; o igual no-.

El infinito a veces puede ser finito, alcanzable -creemos-. Esto es cuando a los mayores nos entra miedo a lo desconocido y le ponemos techo al cielo, puertas al campo y cuerdas al mar, pensando que así lo tendremos todo bajo control. Pero suele ser que no.


Hasta el infinito.... ¡y más allá!

Tenía que venir un dibujo animado, Buzz, a decir a los niños la gran verdad sobre la conquista del infinito que los mayores no entendemos. Más allá.

Tenías que venir tú, con tu gorra nueva roja, tu mochila llena de dinosaurios y tus amigos Woody y Buzz a hacerme ver que sin ni siquiera intentarlo, no se puede lograr.

Tal vez sea eso el infinito, la ausencia del miedo. Poniendo límites no se alcanzan las cosas, sino lanzándose a la aventura de conquistar lo que está por llegar.

Más allá, siempre más allá.

Feliz cumpleaños Carlos





sábado, 8 de septiembre de 2012

¡Ánimo Campeones!



Esta tarde han ganado los chicos del fútbol 5 la medalla de bronce en Londres, y con esta ya van 36 en el palmarés de España. Y esto a dos jornadas de competición aún por delante ¡Enhorabuena a todos los deportistas y al Comité Paralímpico Español! 

*Selección Fútbol 5, medalla de bronce


Sin embargo, me pregunto ¿cuántas medallas más necesitan ganar los paralímpicos para merecer el Príncipe de Asturias?, por ejemplo.

Esta semana se hizo pública la decisión del Jurado de los Premios Príncipe de Asturias del Deporte. Un total de 21 candidaturas. Entre ellas, el Comité Paralímpico Internacional y los futbolistas Casillas y Xabi. Recayendo finalmente el premio sobre estos últimos y considerando el jurado que “estos jugadores del Real Madrid y Fútbol Club Barcelona simbolizan los valores de la amistad y el compañerismo más allá de la máxima rivalidad de sus respectivos equipos. Su comportamiento deportivo es un modelo para los jóvenes”.

Sin quitar merecimiento alguno, pues creo que son muy dignos de que se reconozcan sus valores humanos y deportivos. Pero, puesta a atreverme, me atrevo con imposibles y creo que dado que en 2010 “la roja” (Casillas y Xabi como parte del todo) ya se llevó el Príncipe de Asturias del Deporte, si lo que quería el Jurado era valorar “la amistad y el compañerismo más allá de la rivalidad”, bien podrían otorgarles el de la Concordia y haber galardonado a los Paralímpicos con el del Deporte.

Y es que saber estar es muy importante, pero  además,  saber estar y en el momento oportuno es síntoma de sabiduría. Quizá este hubiera sido un momento sabio, un muy buen momento para reconocer al deporte paralímpico.

Porque si algo nos están enseñando es que la discapacidad física, mental o sensorial  se puede superar desde la fe en uno mismo, la voluntad de superación, el trabajo y el desarrollo de las cualidades y capacidades personales.

Y es que, si algo me está quedando claro es que los únicos obstáculos que no se pueden superar son los que vamos poniendo el resto de “capacitados”.

¡Ánimo chicos paralímpicos, nos estais dando la mejor de las lecciones!

Finalizo con un  tweet que acabo de leer y me ha encantado:

Nuestros @Paralimpicos son increíbles... con medallas, sin medallas.. quedando primeros o últimos... nosotros los vemos a todos de ORO!! 

*Teresa Perales, con 22 medalas olímpicas ha igualado al norteamericano Michael Phels

martes, 4 de septiembre de 2012

"La verticalidad de estas llanuras"



En Tomelloso el equinoccio de otoño se adelanta casi un mes, el 30 de agosto marca el cambio de estación del verano al otoño. Después ya olerá a vendimia y a faena y el sol, aunque pique, será ya sol de septiembre, del membrillo. 

Esa tarde noche, penúltima de agosto, el sol no es que equidiste de los polos, es que se viste de gala para ponerse con su mayor esplendor sobre La Mancha, es la noche de La Fiesta de las Letras: cénit de nuestras artes y nuestras letras, nombre y renombre con el que Tomelloso se ha hecho un hueco importante entre los certámenes literarios optando por lo que nos hace hombres y mujeres de calado: la profundidad, el cultivo del arte y la literatura como la mejor vid que da nuestra tierra.

Fiesta de las Letras que año a año se supera, reconozco que consigue emocionarme y me hace sentir muy orgullosa de mi tierra y de mis gentes. Merece la pena derrochar talento esa tarde, en esta LXII edición condujo con maestría el certamen el joven periodísta de Tomelloso José Manuel Sampedro, poniendo el broche de oro Pilar Cernuda, quien desde la sencillez supo ensalzar a nuestros artistas, a nuestra tierra y nos embaucó en la importante tarea de defender la riqueza de nuestro idioma, el castellano.

- Gracias por apostar por la diferencia

Así agradecía uno de los premiados del certamen artístico el pasado jueves, gracias a Tomelloso por apostar por la diferencia, por destinar en estos tiempos aciagos presupuesto a la cultura  y al talento.

Tomelloso es así, diferente, su llanura es infinita como infinitos son sus hijos ilustres que desde las diferentes manifestaciones artísticas y literarias han inundado de belleza nuestro mar de viñas.
 
Me paro un poquito en Juan Torres Grueso, del que este año se han cumplido cien de su nacimiento, y que además contribuyó junto con Francisco García Pavón y Eladio Cabañero, a impulsar y promocionar la Fiesta de las Letras, uno de cuyos premios, el de artículo periodístico, lleva su nombre desde 1997.

Agricultor de origen y profesión, Juan Torres Grueso era un entusiasmado de la lectura, autodidacta, poeta, periodista, fué alcalde de los suyos e hijo de su Virgen de las Viñas. Él reconoce en uno de sus artículos que le hubiera encantado ser impresor o cartero. Juan Torres Grueso se me revela poeta del periodismo, hombre de fe y comprometido con su pueblo.

Si Francisco Carretero pintó como nadie la llanura manchega, Juan Torres Grueso supo hacerla palabra:

“La verticalidad de estas llanuras lamen el cielo, lo aguantan, lo sostienen, lo acarician. Acabo de hacer una afirmación que no comprendo exactamente. Pero la hago. Lo que mi pobre juicio no pueda explicar bien, lo sienten mis manos y mis ojos”
  
Yo no me atrevo ni a comentarle una coma… vuelvo a leerlo, si acaso, y me quedo un rato contemplando

“la verticalidad de estas llanuras lamen el cielo, lo aguantan, lo sostienen, lo acarician…”

Los Girasoles (Francisco Carretero)
Al pintor Francisco Carretero, Juan Torres Grueso le definió como  “pintor, político y hombre de bien”. La casualidad o las cosas de los genios,  hacen que este 2012 también se cumplan años, cincuenta, que nos dejara el ilustre pintor y también alcalde de Tomelloso. Al año de su fallecimiento Juan Torres, le dedicaría estas palabras:

"quiso llevar a los lienzos su inquietud juvenil embadurnada de asombrosa ingenuidad, dejando en el paisaje su propio paisaje humanista como figura de excepción (…) 
Carretero y su obra, Tomelloso y la Mancha tienen ya un pintor muerto que sigue viviendo. Y del río oscuro de la vida, perdida y encontrada en los caminos de muchos atardeceres manchegos, saldrá gente sencilla, humilde y nostálgica que exclamará gozosa: ¡Mira! Como los cuadros de Carretero. Y será como un sentimiento que invita a la oración mientras la belleza de la tarde se quiere acostar y el sol se pone sobre el rio…”

La  obra de Torres Grueso es para leer y releer y volver atrás y pararse un rato. A Torres Grueso no se le llega con prisas, sino con el reposo de una tarde concluída la faena.

Me gusta que las ramas de los árboles
me digan y me cuenten
las primeras raíces de sus padres.
Me gusta decir a las estrellas
que me escuchen.
Pedirle al tiempo que pare,
al mundo, que no grite.
A los hombres, que aguanten sus espaldas.
Y a los niños, que anden
(Juan Torres Grueso “Mis gustos”)

Romería de Pinilla (Francisco Carretero)