¿Esfuerzo vs. disfrutar?

Un día me vi corriendo sin haberlo pensado previamente, no me perseguía nadie, bueno sí, me perseguía la curiosidad de saber que se siente cuando  entre un paso y el siguiente, quedan por un momento ambos pies en el aire. Pero aquello no lo había preparado, simplemente ocurrió: salí a dar un paseo y terminé corriendo.

Aquella tarde fue un estreno corto, no había porque abusar, sobre todo cuando se desconoce la novedad, sin embargo regresé a casa siendo una persona diferente. Había sido ratoncillo de gimnasio (aerobic, step, total training, elípticas…) sin que nada me llenara de verdad, y aquellos minutos corriendo al aire libre, despertaron sensaciones hasta ahora desconocidas.

Ni que decir tiene que al día siguiente me documenté ampliamente acerca del arte de empezar a correr y de sus beneficios. Siguiendo a pie juntillas sus recomendaciones. Empecé alternando minutos corriendo, con minutos andando; en pocas semanas ya era capaz de mantener una carrera continua sin desfallecer, y hoy me siento orgullosa de haber incrementado paulatinamente tiempo y distancia. No voy a negar que los primeros minutos siguen siendo tan duros como al principio, correr requiere esfuerzo, sacrificio, voluntad, capacidad de superación y tener una meta (aunque esta sea pequeña), diría incluso que al comenzar el cuerpo actúa como si tuviera que “acoplarse” a la situación de correr, pero una vez acoplado, empiezas a disfrutar (sí, he dicho "a disfrutar", sudando, esforzándote, pero disfrutando) y te das cuenta de que el ser humano es impresionante y allá donde tú crees que hay un límite, no lo hay.

Y yo que soy de dar mucha importancia a las pequeñas cosas y de aplicar cada experiencia a la propia vida, tomo todo esto y creo que esfuerzo, sacrificio, dominio de la voluntad, capacidad de superación y  tener una meta, son pilares fundamentales. Sin embargo creo que nos da vergüenza hablar de ellos, nos parecen trasnochados, con olor a tufillo de épocas pasadas. La máxima hoy es  el “disfruta, que la vida son dos días”. Y no voy a negar ni lo uno (disfrutar), ni lo otro (vivir). Pero pienso  que para hacerlo plenamente,  uno tiene que saber qué quiere (meta) y que hay que trabajar duro por ello (esfuerzo, sacrificio, dominio de la voluntad). La recompensa merece la pena.

Y es que para todo lo que queramos conseguir (en el estudio,  en el trabajo,… y hasta si queremos adelgazar!) hace falta esfuerzo y sacrificio.

 "Las Espigadoras" Jean F. Millet

Ojo, no se trata de sacrificarse para luego disfrutar y vivir, no hay que ser tan duro con uno mismo. Se trata más bien de aprender a disfrutar y a vivir mientras nos esforzamos por conseguir lo que queremos. Un secreto: aprender a valorar las pequeñas cosas que nos ocurren cada día.

 

El ser humano puede conseguir todo aquello que se proponga.

  

¡Feliz fin de semana!