martes, 11 de noviembre de 2014

Visita a Silos y la Aguilera

Publicado enTomelloso el 11-11-2014


Este fin de semana, la actividad de la catequesis de adolescentes y jóvenes de la parroquia de los Ángeles de Tomelloso se tornó vivencia. Lo que entra directamente al corazón, se entiende mucho mejor. Así, el sábado bien temprano,  chicos y chicas entre 11 y 16 años, sus animadores y nuestro párroco, Antonio López, poníamos  rumbo a tierras burgalesas. El destino, Santo Domingo de Silos, La Aguilera y Aranda de Duero; y el sentido conocer la vida Consagrada y la Eucaristía. La Vida Consagrada nos aguardaba en los Monasterios de Silos y San Pedro Regalado, y la Eucaristía en el marco de las Edades del Hombre.


Eran las doce en punto cuando el autobús nos dejaba en Santo Domingo de Silos. El cielo andaba plomizo, me sorprendió la muralla que lo guarda y aguarda. El muro es corto y en curva, pero se torna camino, como si peregrinar fuera imprescindible siempre (lo es), para poder bajarse de una misma y entrar por la puerta del Misterio.


A la entrada nos acoge Roberto, uno de los monjes del Monasterio. La acogida en todo lugar es fundamental, pues de ella depende en gran medida nuestra disposición (Apertura), frente al prejuicio (cerrazón). Silos abre sus puertas y su corazón a todas las personas que buscan encontrarse con Dios.

El corazón de Silos es su claustro románico. El claustro, explica Roberto, es el centro de la comunidad monástica, hacia él convergen y de él parten los otros edificios del monasterio y todas las actividades del monje, por ello, además de centro convergente por su ubicación, había de ser bello…. Sigue y prosigue…  a Roberto se le nota que conoce bien lo que cuenta, no porque lo haya estudiado, que también, sino porque le brota de un corazón tocado por el Amor.




La última parte de la visita es la más esperada, Roberto sentado sobre una mesa, nos cuenta su experiencia, cómo era su vida antes de ser monje, cómo fue su llamada y cómo es su día a día en el Monasterio, contesta a nuestras preguntas e inquietudes, y en la normalidad de su vida, descubrimos la extraordinaria Vida de su vocación.

Terminamos a la hora del Oficio de Sexta de los monjes y nos unimos a su rezo.



Tras comer, recorrimos los cincuenta y cuatro kilómetros que nos separaban de La Aguilera, allí se encuentra el Monasterio de San Pedro Regalado en dónde se asienta la comunidad Iesu Communio.

Iesu Communio, con origen en las clarisas del Convento de Santa Clara de Lerma, es desde 2010 un instituto religioso femenino de derecho pontificio, una sola comunidad con dos sedes y una sola abadesa. Las sedes Lerma y La Aguilera, la abadesa y fundadora, Sor Verónica Berzosa.

Nos reciben a la puerta dos religiosas que nos conducen al locutorio. Esta tarde, en la Iglesia del Monasterio, profesarán dos jóvenes, María Blanca y Francesca María, sus votos perpetuos; y antes, en el locutorio charlarán con los familiares y amigos que las van a acompañar, entre ellos, también nosotros. Una experiencia a la que no estamos acostumbrados y a la que nos disponemos con ilusión y también con cierta perplejidad.

En la Aguilera nada es típico, ni tópico. Desde el número, o la edad, al Monasterio o el locutorio, pasando por la alegría de sus monjas.

No es típico el número de monjas: Son más de 200, creciendo sus vocaciones a un ritmo nada usual en los tiempos que corren, el veinte por cierto de las monjas que hay en la Diócesis de Burgos, son Iesu Communio.

No es típica la edad: La media de ronda los 25-35 años.

No es típico el Monasterio de San Pedro Regalado, pues mengua en la misma proporción que crece el número de monjas, cediendo paso a nuevos edificios a su lado que se “comen” su equilibrio estructural.

No es típico el locutorio. Es una gran estancia circular, con una gran iluminación natural y dispuesta en dos gradas enfrentadas, de tal manera que en una de las gradas se sitúan las monjas y en la otra los familiares y visitantes; haciendo posible que unos y otros se vean a la perfección, facilitando así la cercanía, el dialogo y la familiaridad. A pocos metros del locutorio y en construcción, la nueva Iglesia que demanda el gran número de vocaciones.



Y no es tópico, o no debe ser un tópico, la alegría de quien es llamada a una vida consagrada, sino un gozo contagioso de Gracia.  



Me impactó verlas a casi todas juntas en el locutorio, impresiona el número, impresiona la edad y, reiterando, impresiona la alegría y la certeza de su opción que desprenden sus ojos, su sonrisa y sus testimonios. El diálogo monjas-visitantes es constante, las monjas cantan, incluso se arrancan por sevillanas, dejando perplejos a nuestros jóvenes cuya idea de una monja antes de venir, era, por desconocimiento, otra muy diferente.

Tras hora y media que pasó volando, nos avisan del comienzo de “la boda”. Boda con novias, las nuevas monjas. Boda con Novio, Jesucristo. Y boda con testigos e invitados, todos lo que allí asistíamos. Las novias recibieron su anillo de esposas y fueron coronadas con una tiara de flores blancas. Radiaban felicidad y amor. 
Al acabar regresamos, de nuevo, al locutorio donde siguió la charla con las monjas y donde pudimos despedirnos con dos deseos: compartir algún día otro momento con ellas y, contar todo lo que habíamos visto y vivido.
La Aguilera no deja indiferente a nadie, los hay entusiasmados con lo que allí ven, los hay incrédulos con muchos interrogantes, pero, sobretodo, pienso que los hay que creen que todo es mucho más sencillo, pues saben que sólo sí es del Espíritu, será.
En Silos fueron apenas dos horas y cuatro en La Aguilera, pero nos parecieron días enteros. Al día siguiente visitamos las Edades del Hombre en Aranda de Duero, poniendo así fin a dos días muy intensos que ni los chicos, ni sus monitores podremos olvidar.


*Nota: la foto de las monjas de Iesu Communio no es de este sábado, pues no permiten hacerles fotos, pero doy fe que el locutorio estaba igual de lleno que en la foto reproducida.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La Residencia de Mayores “Virgen de Peñarroya” homenajea a sus voluntarios

Hoy me han hecho un regalo muy especial, me han invitado al homenaje que la Residencia de Mayores "Virgen de Peñarroya" de Argamasilla de Alba he hecho a sus voluntarios. Una jornada muy entrañable y aquí mi pequeña crónica:




Publicado enTomelloso el 6-11-2014

La Residencia de Mayores “Virgen de Peñarroya” de Argamasilla de Alba homenajea a sus voluntarios



Este jueves la Residencia de Mayores “Virgen de Peñarroya” se ha vestido de gala para homenajear a sus voluntarios. El voluntario es aquel que da gratuitamente su tiempo, y sus dones a los demás, sin esperar nada a cambio. Lo de sin esperar nada a cambio es el secreto mejor guardado del voluntariado, pues todos saben, y así lo viven y manifiestan, que su labor generosa les reporta mucho más de lo que dan.

Como en otras ocasiones en que esta residencia ha celebrado el día del voluntario, Irene Sánchez, Directora de la residencia, ha querido contar con otros colectivos que también tienen en su haber el preciado patrimonio del voluntariado. Este año las invitadas han sido Mari Carmen Navarro Presidenta de la Asociación “Puertas Abiertas”,  Piedad Barrilero Directora del Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de Tomelloso, Gema Gil, Directora del Centro de Día “San Rafael”, y una servidora que tiene el regalo de representar a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Tomelloso. Asistían también los residentes, los profesionales de la Residencia y por supuesto, los protagonistas: los voluntarios.


Con la cercanía, alegría y sencillez que le caracteriza, Irene Sánchez intervenía para dar comienzo a la jornada dando a todos la bienvenida, agradeciendo la asistencia y exaltando el buen hacer de los voluntarios. A continuación el Coro de la residencia, con Marivi al frente del mismo nos amenizaban con distintas canciones; por cierto, un lujo de coro y un espléndida directora.

Irene, a través de una hermosa alegoría de la diferencia, un cuento muy hermoso sobre los tréboles de cuatro hojas, nos pasaba el turno a las invitadas para que, desde nuestras realidades, compartiéramos la experiencia del voluntariado: Un mismo pensar, sin voluntariado nuestras causas no podrían llevarse cabo; y un mismo sentir, el voluntariado plenifica a quien lo lleva a cabo, da sentido a su vida y hace una gran labor por los demás.


Después han sido los propios voluntarios quienes nos han dado su testimonio, testimonios que nos han emocionado. Residentes y profesionales también han querido aportar su vivencia.

El momento más importante de la mañana era el homenaje a cada uno de los voluntarios: un largo y merecido aplauso abrían el reconocimiento personal a cada uno de ellos.

Un precioso montaje y un vídeo realizados como muchísimo cariño por una de las profesionales, han sido el broche final y perfecto a esta jornada festiva de voluntariado.

Destacar el maravilloso clima de familiaridad en el que ha transcurrido la mañana. Con qué confianza y cercanía hemos intervenido todos, qué sonrisas más maravillosas hemos visto en todos los rostros de residentes, profesionales y voluntarios. Estas sonrisas no son improvisadas, ni postizas, son reflejo de un corazón agradecido.

Quiero dar las gracias especialmente a Irene, en nombre de Mari Carmen, Piedad, Gema y en el mío propio, por el hermoso regalo que hoy nos ha hecho invitándonos a participar de esta jornada en la Residencia de Mayores “Virgen de Peñarroya”.

Felicidades a todos los voluntarios.