jueves, 23 de octubre de 2014

Gracias, Cines La Dehesa

 Publicada enTomelloso 23/10/2014

Una señora se acerca sonriendo y nos da las gracias, comenta lo mucho que le gustó y se ruboriza al confesar que se le escaparon unas lágrimas. Le digo que el agradecimiento es mutuo pues, con su asistencia, junto a la del resto de personas, contribuyó a hacer realidad el objetivo que nos habíamos marcado de sensibilizar acerca de la enfermedad de Alzheimer.

¿Y tú quien eres? Es sólo una película, una película de Mercero, muy de Mercero, no hay más que recordar Verano Azul, Farmacia de Guardia o Cuarta Planta para situarse en el estilo Mercero.

Alejada, o quizá no (y en la medida que cada cual considere), de la realidad de enfermos, familias y centros especializados, lo cierto es que la película se atreve a poner como tema central  el Alzheimer, dejando un final tan abierto, como cerrado es el viaje, sin retorno y cuesta abajo, que emprende la familia que es sorprendida por el mal del Alzheimer.

Aun tengo grabada la mirada emocionada y envuelta en lágrimas de algunos familiares cuando las luces se encendieron al acabar la película Y es que está demasiado encarnada  la enfermedad en sus vidas como para salir indemne de congoja.

Fue la última película de Mercero, estrenada el 21 de septiembre de 2007 con motivo del Día Mundial del Alzheimer. Tenía una “obligación moral” con la enfermedad que padeció un amigo suyo y al que le dedicó la película. Obligación moral, que se tornó casi en testamento vital cuando dos años después sería diagnosticado de Alzheimer, enfermedad que sigue padeciendo en la actualidad.

Cine y memoria no están alejados: “la memoria es el lugar donde las cosas suceden dos veces”, y el cine es lugar privilegiado para recordar, lugar donde las cosas, y los sueños, suceden muchas veces.

 

Paquito y el circo nacional

Imagen ABC

Publicada enTomelloso el 23/10/2014

Una vez más las abuelas son las que ponen la nota de cordura. La abuelita de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, ha sido la más atinada al referirse al chaval como “Paquito”, pues no deja de ser un muchacho que nos ha salido un poco mentiroso por más que D. Miguel Bernad, el de manos limpias, trate de aliviar el sofoco de la vergüenza que le ha producido ser timado por un bufón “crecido a más”. El señor Bernad dice que “este chaval tenía respaldo al más alto nivel”. A mí lo que me parece “al más alto nivel” es el disparate de todas las ondas que se van propagando desde el epicentro Nicolás.
Al margen de quien haya detrás, si lo hubiera; más allá de los engaños;  obviando que tanta culpa tiene, para mí, el timado como timador en este juego, que, dicho sea de paso suena a capítulo de Aída; y dejando atrás la comedia del disparate que nos está haciendo reír a carcajadas, a mí lo que realmente me preocupa son las apariencias:
Las apariencias del Pequeño Nicolás, porque me da miedo, me aterra, que el perfil de este chico sea tan sugerente que caigan a los pies de sus embustes personas influyentes de la política y los negocios del país; claro que, viendo lo que estamos viendo con los Rato, Blesa y demás compañía, cualquier cosa puede pasar. Digo, y ya muy en serio, que me aterra el prototipo de relevo generacional que está creciendo “al sol” de algunos. Estos algunos deberían hacérselo mirar. Y es que le quito cara a Paquito y se me vienen muchos rostros a la hechura del Pequeño Nicolás.
Y me preocupan, y mucho, las apariencias en general, pues cada día les damos más importancia, descuidando lo más importante, la persona. Nos condenamos al vacío si lo reducimos todo al envoltorio, a la apariencia. Igual se nos olvida que la apariencia tiene fecha de caducidad.
En qué acabará este número circense, lo iremos viendo sin necesidad de mucho imaginar. La farándula está asegurada, esperemos que la jueza Mercedes Pérez  vaya dando claridad a tanto chisporroteo de luces de mentira.
De momento, muchos ya de cabeza, como la pobre Catalina Hoffmann, la del famoso y patentado método Hoffmann. A quien le ha tocado aclarar que no coló al muchacho en el besamanos de los reyes. O el delegado de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Núñez, quien ha tenido que avanzar poco menos que el agente municipal que acompañó al “pequeño Nicolás” a Ribadeo, lo hizo por su propia cuenta. Y así, y así… tantos más ¿en qué quedará? Para muchos es héroe nacional.

La prensa dice que “Paquito” está abrumado, y yo creo que el circo no ha hecho más que comenzar.