Bienvenidos a mi brocal

Hoy comienza este pequeño sueño que lleva meses llamando tímidamente a mi puerta Al final, como casi todo en mi vida, entra bruscamente. Un ejercicio de un curso de Social Media lo precipita todo y me dan cinco minutos para pensar como quiero llamar mi blog y ponerme manos a la obra.

Cinco minutos es demasiado poco para dar con la frase mágica que defina lo que quiero contar. Sólo se me ocurren combinaciones de palabras que poco tienen que ver conmigo e incluso con nada. 

En el último instante y no me preguntéis porqué, me he visto "en un brocal". Sí, se llamará "En el brocal". Y quizá sea que tenía que ser así, no sólo porque esta dirección, (pese a lo corriente que pudiera parecer un antepecho que rodea la boca de un pozo) está disponible, sino porque el brocal de un pozo encierra tantos misterios como personas puedan sentarse en él: buscando descanso, para entablar una conversación, para pedir un deseo, buscando la profundidad de lo más hondo y oscuro del pozo....y por supuesto, sacar agua. 

 

 "En el pozo" de Manuel García Rodríguez (Sevilla 1863-1925)

¿Y qué quiero contar sentada en mi brocal? pues un poco de todo y supongo que de nada, porque cuánto más avanzo en el camino de mi vida, más me doy cuenta de todo lo que me queda por conocer, por descubrir, por aprender,... Por eso hablaré de las cosas que me gustan, de las cosas que creo que merecen la pena, de las experiencias que me han hecho crecer (con previa caída, por supuesto), de los pequeños detalles, de las pequeñas cosas, incluso hasta de las cosas que me irritan.... vamos, como cientos de miles de blogs en el mundo.

Hoy me quedo mirando al fondo, a un fondo que no veo y que es muy oscuro y lanzo un deseo. Un deseo que se pierde en lo profundo pero que tengo la certeza de que no caerá en el olvido de ningún abismo. Sino que tomará forma y será bueno, para mí o para alguien, sin duda

¿Y tú? ¿quieres iniciar conmigo esta andadura y lanzar un deseo?