Hace tiempo que vengo pensando que
no se puede caminar sin ir a ningún lado. Pese a la buena voluntad de querer ir
siempre hacia delante sin mirar lo que dejábamos atrás, quizá el paso se nos aceleró demasiado
y terminamos corriendo sin saber muy bien hacia donde nos dirigíamos. Hacia atrás ni para tomar impulso, nos
dijeron, y bien aprendida la lección, comenzamos la carrera de querer llegar
los primeros ¿Dónde? Adonde fuera y sobre quien fuera.
Esta
noche me han descubierto un
vídeo de esos que no te dejan indiferente, de los que te remueven por
dentro y te hacen contrastar lo que vives con lo que quieres vivir.
El enlace al vídeo lo dejo más
abajo, su título, “todos ganamos”. Y tras verlo, poco que añadir, más bien
repetir la lección que nos dan los niños protagonistas.
Todos ganamos cuando disminuimos
el paso, cuando miramos hacia atrás para ver a quien nos hemos dejado caído en
el camino.
Todos ganamos cuando nos
acercamos, cuando le abrazamos y le tendemos una mano para que continúe con
nosotros.
Todos ganamos cuando sabemos que lo que importa en esta vida, más que
ganar, es ayudar a los demás a vencer, aunque ello signifique disminuir el paso
y cambiar el rumbo… - así lo dice el
autor de este vídeo tan especial, y continúa- …el verdadero sentido de esta vida es que todos juntos ganemos.
Tal vez la solución a muchas de
las cosas que hoy parecen no tenerla, sea disminuir el paso y cambiar de rumbo.
Si adónde íbamos ya nos han dicho que no
era nada, es hora de reconducirnos, de necesitarnos, de volver a por quien quedó caído en el camino. Si los valores
que nos vendieron como panacea del bienestar se diluyeron, es hora de empezar a
construir las bases de los que nos hagan a todos bien-estar, que no es otra cosa que "estar bien",
ser felices, pero todos. Porque la vida sólo tendrá sentido, si todos ganamos.
Aquí os lo dejo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario